Coffee ice cream’s weekend…

Este fin de semana fue como toda una sinfonía renacentista: empezando muy arriba, con tonos agudos y energía desbordada atravesando la piel para poco a poco ir decreciendo… convirtiéndose en una suave melodía que ha terminado por arrullarme entre sus notas silentes…

Hace mucho que no me embriagaba, sin embargo el viernes por la noche en un impulsivo estado de hiperactividad, aún estando bajo los efectos de Mary, batí mi propio récord emborrachándome en el menor tiempo posible. Lo disfruté mucho… sonreí, canté, baile, brindé…

Ya más relajada, y por qué no decirlo? más cruda, el sábado vegeté en la medida de mis posibilidades, traté de ver dos películas que por más que quise no terminé (Batalla en el cielo / Irreversible), mis párpados pesaban tanto, se cerraban a la menor provocación impidiendo que mis ojos filtraran la información necesaria a mi cerebro para poder procesarla. Dormí… soñé con Bruce Wayne.

En eventos que afectan otras vidas, más allá de la de Ana, el huracán siempre no llegó, se desvió pa' arriba, pobres gringos, ahí va otra vez… Pero les dije: “ La naturaleza es sabia”. Entre otras cosas, me enteré de la marcha contra la inseguridad que se llevó a cabo en Chilangolandia, saberlo me produjo entre ternurita y coraje. Sonaré muy romántica, pero me alegra que después de todo aún poseo la capacidad de conmoverme ante manifestaciones sociales, más allá de su objetivo en particular, me emociona encontrarme con que los humanitos se unen, se solidarizan, se toman de la mano y salen a las calles repitiendo las mismas consignas. Sé que suena en extremo ñoño, pero es lindo ver la calle llena de lucecitas puesta ahí por miles de personas que decidieron dejar de hacer lo que estaban haciendo y salir a compartir su dolor, su enojo, su rencor, su empatía, su esperanza… Sé y me duele reconocerlo: ello no cambiará nada, una marcha, miles de ciudadanos, ropa blanca, velas rojas… son sólo símbolos, imágenes, estereotipos de una sociedad preocupada y harta de vivir con miedo, sólo eso.
Creo el trabajo está en el gobierno y creo también que de la manera en que éste está abordando el problema no llegará muy lejos. La solución no es detener a todos los “maleantes”, la solución es crear fuentes de educación, trabajo, esparcimiento, arte y de más actividades que evitan que la gente se ponga a pensar en cómo chingar al de al lado.
Yo no creo que los delincuentes sean “malas” personas, tampoco creo que sean psicópatas traumados por su miserable infancia, yo más bien pienso que son gente como yo que a falta de opciones decidieron tomar el camino fácil. Qué pasaría si empezamos a construir un país donde desde el principio el camino sea fácil? Qué sucedería sin en lugar de invertir en policías, cárceles, ministerios públicos, y toda esa clase de “funcionarios” se invirtiera desde el inicio de la vida de un mexicano en él, sólo en él?

Utopías mías… Por más que intento deshacerme de ella, la utopía me sigue. He decidido dejar de ahuyentarla, tal vez así la sonrisa se mantenga más tiempo en mi rostro, tal vez…

Es increíble lo que he hecho en año y medio aquí. He crecido tanto en todas las formas y modos posibles. Me he descubierto de la manera en que jamás me lo permití por miedo a disgustar a alguien más, ahora con seguridad se quién es Ana, todavía me sorprende, espero lo siga haciendo, sino de quién coños me voy a reír como lo hago de mi misma? Hoy mientras preparaba la comida (sopa Maruchan, gol!) me descubrí bailando Pump it con tal entusiasmo que no pude no soltar la carcajada!

Ahora vengo de una reunión en la que corrieron varios tipos de drogas durante la noche y la verdad he de confesar que me sigue sorprendiendo la naturalidad con que las personas de por aquí se relacionan con ellas (las drogas). Todas las pláticas terminan en: “No mames, me puse hasta el huevo, no supe ni cómo llegué a mi casa”, of course sé que no soy el ejemplo de una vida libre de estupefacientes, sin embargo me reconforta el “espantarme” con este tipo de conversaciones. A mi todavía no se me hace natural llegar a casa de alguien y que se esté inyectando heroína, o prestar mi tarjeta para que el tipo de al lado se dé un pericazo. Espero nunca estar lista para rolar una jeringa.

Sería muy hipócrita de mi parte no mencionar que en este momento estoy escribiendo bajo el efecto de Cannabis, sé que yo tampoco tengo excusa, o sí? En mi defensa tengo que decir que no se puede ver Pulse de Pink Floyd sin darse un toque antes.

Pues así están las cosas, así es cómo hoy 1° de Septiembre de 2008 Ana mira a su alrededor y agradece por tener un espacio donde verter sus incongruentes pensamientos.

Cheers...



Remember when you were young,
you shone like the sun.
shine on you crazy diamond.
now there's a look in your eyes,
like black holes in the sky.
shine on you crazy diamond.
you were caught on the crossfire
of childhood and stardom,
blown on the steel breeze.
come on you target
for faraway laughter,
come on you stranger,
you legend, you martyr, and shine!
You reached for the secret too soon,
you cried for the moon.
shine on you crazy diamond.
threatened by shadows at night,
and exposed in the light.
shine on you crazy diamond.
well you wore out your welcome
with random precision,
rode on the steel breeze.
come on you raver,
you seer of visions,
come on you painter,
you piper, you prisoner, and shine!