domingo, octubre 07, 2007

Reflexión Playense I...

O sólo se trata de sentir...

- Tienes mucho.

-Lo sé, lo veo a mi alrededor. Pero se detiene en mi piel, no puedo dejarlo entrar. Siempre ha sido así. No puedo sentirlo.

(Diálogo extraído de Shortbus)

Así me sentí alguna vez. Alguna vez tuve una conversación muy parecida a la anterior. En esa época no podía entenderlo, sólo salía de mi corazón, pasando por mi cuerpo hasta que mi boca lo articulaba, pero mi cerebro no lo podía registrar. No sé... 2 o 3 años después escucho mis palabras en otro, me dejan un poco en shock, justamente hoy que no ha sido el mejor día. Y por fin lo entiendo.

Ya sea debido a mi profesión o quizás sea mi personalidad, siempre he tendido a verbalizar lo que ocurre dentro de mi. Rodeada de colegas que se comportan igual, vivimos en un círculo netamente emotivo y psicologizante. Siempre expresándonos, interpretándonos, analizándonos, queriendo darle explicación a todo. Ese era mi mundo.

Llegué a la tierra de lo por encimita, de lo superficial. Aquí los sentimientos no parecen existir, más bien existen, pero no son expresados. Es como si decir algo desde adentro lo único que lograra sería abrir heridas, y parece que está prohibido. La gente no quiere ser vulnerable, no quiere ser lastimada. "Todo lo que digas puede usarse en tu contra" es el dicho que impera en este lugar.

Mi mundo se colapsó al llegar aquí, tardé en adaptarme, pero de cuando en cuando lo logré. Hoy cuando menos lo esperaba, las palabras pronunciadas hace años hicieron eco y no pude dejarlas de oir. Hoy lloré con ellos, hoy sentí tanto que ellos no pudieran sentir. Hoy volteé al horizonte y ví un maravilloso atardecer mientras los ojos se me cristalizaban. Sigo un poco emocionada, lo suficiente como para orillarme a escribir esto desde adentro, como hacía tiempo que no lo hacía.

2 comentarios:

Viviana en vivo dijo...

Ana:

Me he identificado muchísmo con tu post. A mí me sucedió algo parecido cuando tuve a mi primera hija e ingresé en el "Mommy land" como le llamo. En ese entonces terminaba la maestría y la superficialidad que me rodeaba era abrumadora.

Han pasado los años y he podido escindirme y funcionar en los dos ámbitos. En el mundo de las doñitas por un lado, y por el otro con mis colegas y en mi trabajo.

¿Será que los psicólogos nos volvemos un poco inadaptados? Jeje.

No lo sé. Estoy segura que pronto te llegará esta especie de escisión que a veces es muy necesaria para funcionar el mundo "real"

Saludos

Unknown dijo...

ese fue el momento en ke senti como se rompia todo dentro de mi y no pude evitar el torrente de lagrimas y salieron... salieron durante horas, no podia parar...

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