Estas letras son tuyas, te pertenecen. Te pertenecen porque así lo he decidio yo, porque prefiero regarlas que dejarlas atrapadas en este pedazo de papel.
Las letras son pedazos del alma que brotan por las manos para volar, para atravesar, para emigrar, para ser leidas... Entonces, por qué habría yo de encerrarlas?
Flotando llegan a los ojos, a la mente, al corazón del otro, que desde su lugar puede interpretarlas y darles otro sentido al que originalmente poseían... Entonces, por qué habría yo de ser tan egoísta como para guardarlas sólo para mi? No, eso no sucederá...
Las letras hacen libre al que se atreve a soltarlas, ellas acompañan a quien les abre su corazón y las acoje con tanta avidez como la de un niño aprendiendo a leer... Entonces, por qué habría yo de negarlas?
Las letras transmiten lo que no se atreve a decir la gente, lo que tiene miedo que se sepa, las letras hacen más fácil decir lo indecible, lo adornan con metáforas y eufemismos para que al que lo lea le resulte menos difícil la verdad... Entonces, por que habría yo de callarlas?
Las letras reconfortan el camino de alguién, el padecer del otro y la convalecencia de áquel, contagian alegría y ayudan a mantener vivo el recuerdo del que queremos... Entonces, por qué habría yo de atarlas?
Las letras me han enseñado lo mejor y lo peor de la vida, me han acompañado el día que murió mi padre, que decidí que iba a hacer con mi vida, que me rompieron el corazón, que sabía que no todo estaba perdido. Ellas siempre han caminado al lado mio, haciendo de intermediarias entre mis sentimientos y el mundo...
Entonces, por qué no habría yo de regalartelas?
1 comentario:
Estimada Ana:
Muchas gracias por tu interés, me da mucho gusto que haya significado tanto para ti, en realidad, para eso estamos.
Sigue conectandote, pues el ejercicio número tres puede publicarse el viernes, depende de la votación.
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