Hierva mala nunca muere y mucho menos se marchita con tanto puto calor que hace por aquí. Emily nos puso medio nerviosos, pero no paso de ahí. He de confesar que pensé que habría mucha más acción de la que hubo.
La noche del domingo mientras Emily se ponía punkie, aprovéchamos pa' ponernos una pedita rica con whiskey. Unos amigos alemanes de "la familia peluche" (así es cómo los llamo ahora), nos hicieron el honor de acompañarnos durante el huracán. El alcohol ayudó a relajarnos y el viento (270 Km/hr en promedio) nos hizo lo que el aire a Juárez, nada.
Estuvimos sin luz día y medio y se nos quemaban las habas por picarnos los ojos los unos a los otros, ya que no había nada más interesante que hacer. Lo resolvimos con una rica plàtica que sirvió de re-encuentro, algunos demonios salieron, namás porquitos!
Por todo lo demás las vacaciones parecen estar funcionando conforme a lo planeado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario