miércoles, diciembre 07, 2005

¿Producir?

Dicen por ahí que nacer, crecer, re-producirse y morir es la Ley de la vida. Con el paso del tiempo me he convencido que la finalidad del ser humano no es más que la de producir.

Durante la prepa compartí un sin fin de experiencias con Claudia, fue o es, todavía no me queda muy claro, mi mejor amiga. Juntas descubrimos aspectos de la vida que hasta ese entonces nos eran ajenos, hasta que un día cada quién tomo su camino. Dos semanas después de haber entrado a la universidad me comunicó que se había casado y que dejaría la escuela, para Enero del año siguiente ya estaba embarazada y nueve meses más tarde nació Regina.

Para la “señorita no tolero los cambios”, osease yo, la noticia fue una bomba, según yo era una mala decisión seguida de otra. La Claudia a la que había conocido se había esfumado, ahora sólo podía ver en mi amiga a una extraña. Con el tiempo empecé a entender el timming de cada persona y comprendí que no habían sido malas decisiones, simplemente eran diferentes a las mías.

Diferencia, esa palabra en la que tantas veces me he regodeado, es la clave de la producción. Cada quién decide qué producir y cuándo hacerlo.

Hoy, como otros días de estos en que me da por la reflexión, me entero que Claudia está apunto de ser mamá de nuevo, y neta no tienen idea del pedo que me sacó. Justo hoy, había estado cavilando sobre mi futuro, haciéndome chaquetas mentales acerca de si valía la pena esforzarse tanto. Pensaba en qué demonios hay al final, cuál será la recompensa después de recorrer el camino?

Y creo que la respuesta no está muy lejos, es más creo que nos es tan accesible que por momentos la dejamos de ver. La respuesta está en la misma pregunta: RECORRER EL CAMINO, esa es la recompensa. Y sólo la veremos como tal, en la medida que hagamos del camino un lugar más placentero para recorrer, deteniéndonos en los detalles, descansando justo cuando nuestro cuerpo-mente nos lo reclame, compartiéndolo con otros, y lo más importante creo yo, estando concientes que es NUESTRO camino y que está en cada uno de nosotros responsabilizarnos de él.

El camino que eligió Claudia, porque, ojo, se vale elegir, es el de ser esposa-madre-ama de casa y está bien en la medida que ella lo disfruta y hace de él, el mejor lugar para vivir.
Mi camino, el que día a día me empeño en recorrer, está ahí dándome la oportunidad de producir: desde cosas tan fútiles como un capricho, pasando por un buen chiste, hasta textos completos. A cada instante produzco algo que le heredo a este mundo, a veces el tiempo no me da como para dar cuenta de ello, pero otras, como hoy, puedo detenerme y admirar mi producción.

Espero, algún día, poder producir de la manera en la que Claudia lo está haciendo, neta no saben cómo me ilusiona el simple hecho de saberme productora de vida.

P.d. Se tienen que tener unos huevotes y harto varo para tal producción!!!

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