domingo, diciembre 18, 2005

Cerrando-Iniciando ciclos...




Ya son casi tres años desde que esto empezó, tres años de llevarte tan dentro de mi y de sentirte como jamás había sentido a nada ni a nadie en el mundo, tres años de sentir que mi piel estalla cada que me encuentro contigo, tres años de tenerte presente en mis oraciones, tres años durante los cuales he tocado el cielo por momentos y caído tan fuerte que me ha sido difícil levantarme, en conclusión: tres años de amarte de la manera más honesta que he sabido.

Amor, hoy descubrí que eres esa persona que sabe oprimir el botón correcto y eso, léelo bien, es lo que hizo a mi corazón entregarse a ti por completo, me hizo confiar en ti como jamás lo había hecho con nadie y creo que esa misma razón es por la cual no puedo olvidarte.

Sé muy bien que soy una mujer con problemas, pero también sé muy bien, y esto me lo enseñó el tiempo, que tu no eres la solución a esos problemas. Hace tiempo que deje de verte como mi redentor y empecé a verte como mi hombre, como un hombre real al cual puedo tomar de la mano mientras recorremos juntos el camino, en el cual puedo apoyarme si tropiezo, pero que sé que no me evitará las caídas.

Que más quisiera que compartir mi vida contigo, pero sé que esto no será posible, sin embargo quiero que sepas que no importa dónde o con quién esté, siempre vas a estar en mi corazón y te voy a recordar como la persona que me mostró la vida, pero sobre todo, como el ser humano maravilloso que me enseñó a amar.

Te amo y que Dios te bendiga...

Ana.

Salvo por unas correciones temporales, esta es una carta que escribí hace un año exactamente. Como lo dije ayer, desde hace mucho supe que esto había acabado, sólo que no quería aceptarlo y me aferraba a la idea de compartir mi vida contigo. Ayer, por fin lo acepté, creo...

Anoche despedí al amor de mi vida y le di la bienvenida a mi amigo.

No hay comentarios.:

Reporte clínico...

    follow me on Twitter

    Terapia grupal...