Esta noche estoy feliz, el fin de semana ha estado bastante tranquilo y relajado y promete cerrar en la misma sintonía.
Hoy me percaté que vivo un paisaje, dentro de la pintura de algun artista indeciso que día con día cambia el lienzo en su caballete insatisfecho del anterior.
En la ciudad de México pocas cosas me asombraban, pocas cosas lograban sorprenderme. La mayoría de las veces sólo sucediá dentro de mi amada alma mater: CU. El pasear por las islas, ver rectoría, la biblioteca central, los edificios de arquitectura y medicina, los murales que están en ello. Todo me hacía sentirme asombrada y orgullosa, ese sentimiento lo defino como el momento en que algo te golpea sensorialmente y no puedes dejarlo pasar, está ahí y hace eco dentro de todas tus cavidades y te lleva a tener un pensamiento al respecto, ahí es donde creo yo que radica el hecho de sorprenderte por algo.
Bueno, después de todo este preámbulo creo que es hora de llegar al grano y confesarles que hoy me sentí muy agradecida, que hoy por la tarde estuvo a punto de contener una lágrima por la alegría (¿sentimiento?) que me dió darme cuenta que soy muy afortunada al vivir en este paraíso sensorial. No sólo es el hermoso paisaje, también los sonidos (en especial la música que se genera en este lugar), los olores y los sabores de esta tierra que se intensifican al contacto con el caribe, las texturas, el clima, todo...
Really, i'm so fuckin lucky! Lo que más gusto me dió es que estoy conciente de ello, día a día lo disfruto y lo agradezco, no como en México que de repente el tiempo no te da como para dejarte admirar por la ciudad, o simplemente no hay que admirar.
Hace 22 minutos que comenzó la semana, espero que sea de una de las mejores de mi vida, como semanalmente procuro que suceda.
Paz y amor!
Ana.
1 comentario:
¡No olvides el calor My darling! Aquí ya estamos cocinándonos. Cuando menos allá tienes el mar cerquita, que rico. Aquí lo único que me quedó fue ir a la playa de villa coapa o hacer, de plano, un Acapulco en la azotea con alberquita de hule.
Noté que mis hijos ya crecieron cuando no cabían los dos juntos en la alberquita del pez Nemo que tenía por ahí guardada. Los dos e decían: "Mamá, ésto no es divertido". Chale.
Yo no ando tan positiva como usté esta semana. Pero me da gusto que tu lo estés.
Saludos y sigue regocijándote con lo que te rodea.
Un abrazo.
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