El fin de semana inicio con una catarsis de aquellas.
El viernes, con motivo de mi vigésimo tercer aniversario, se organizó una reunioncilla con mis cuates más allegados, pura gente V.I.P como me gusta, invitar a más gente ya sería una kermés, y la neta que hueva!
Sucedió de todo, entre vino tinto (pa' los intelectuales de izquierda) y vodka (ya saben como me gusta!) transcurrió la velada. Sé, por lo que me comentaron a posteriori, que todos se la pasaron poca madre. Yo, no tengo idea de cómo me la pase, me apena decirlo, pero no recuerdo mucho de aquella noche, de plano se me borró el cassette. Ayer, con ayuda de Lucy, Lulú y Polo, pude hacer una re-construcción de los hechos.
El viernes no comí en todo el día y al llegar a casa de Judith no hice más que beber, evidentemente sin nada en la panza el alcohol fluyó en mi cuerpo con toda facilidad y con 3 tragos ya andaba bien high. En mi mente, la noche sólo tiene dos episodios: Ana llorando (recuerdo por qué, o más bien, por quién lloraba, pero no recuerdo que decía, quién me consolaba, etc) y Ana cagada de la risa porque cada que quería hablar, las palabras estaban predecidas por un "hip". Al día siguiente, después de aproximadamente 2 horas de sueño, me lancé a mi clase de Cueli, todavía peda.
Lloré, lloré y seguí llorando incosolable como hace mucho no lo hacía, me desahogué y dejé salir la parte sensible de Ana que siempre me empeño tanto en ocultar.
Al final de la noche Lulú me dijo: "Como siempre de pie como los árboles, amiga", y cuenta que le respondí: "Ese es el pedo amiga, parece que siempre estoy de pie como los árboles, pero la realidad es que no". =(
Buena peda!
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