Llevo mucho rato callada... sólo pensando, recordando, sintiendo...
Desde hace aproximadamente 3 meses este blog ha ido en declive. Oficialmente se ha convertido en el típico blog de hueva en el que el autor se la pasa quejándose de su miserable vida, posteando sus sentimientos y asociando letras de canciones con sus emociones. Y cómo no? si la autora, su segura servidora, lleva casi 3 meses sin ser la que era.
Como todos lo saben, hace poco mi vida fue impactada por un acontecimiento bastante fuerte: la muerte de mi madre. Al principio no supe cómo reaccionar, después empecé a hacerme cargo de la situación tratando de no ensuciarme demasiado, sin embargo paulatinamente la mierda fue impregnándose en mi, hasta que poco a poco el maldito tiempo se encargó de aterrizarme, poniéndome frente al espejo y obligándome a dejarlo salir.
Y así me la he pasado las últimas tres semanas: estática frente al espejo, contemplando mi reflejo a través de las lágrimas que parecieran no tener fin y que por momentos me muestran una imagen tan distorcionada a la que estoy acostumbrada a ver.
No sé por qué, pero desde pequeña me comprometí conmigo misma (ni idea de cuándo o cómo) a no ser una víctima de la vida. Ser fuerte, no demostrar dolor, tener todo bajo control aunque por dentro se me derrumbe el mundo, luchar, seguir... Si le preguntaran a cualquiera de mis conocidos cuáles serían las principales características que me definen estoy segura que citarían algunas de las antes mencionadas. Y la cosa es que veintitantos años después me vengo enterando que nada de eso es cierto, nada de lo que supuestamente me "define" es verdad, por lo menos no ahora.
Tengo que admitirlo: estoy sumamente triste, como nunca en mi vida lo había estado. Jamás había experimentado este tipo de sentimientos, no sé lidiar con ellos, no tengo la respuesta a todas las preguntas que me planteó cada que cierro los ojos. Nunca en toda mi vida había llorado tanto como ahora, creo que es parte de la desintoxicación, que corra el agua... que arrastre todo la mierda, que se la lleve lejos...
Hace algunos años, junto con Manuel (cosa-novio-amigo-amante-whoever) llegamos a la conclusión de que Ana se comportaba en la vida conforme a las postales de, lo que atinadamente decidimos llamar, "a perfect world". Estas "postales" son como fotografías que han estado en mi mente desde hace muchos años, mismas que me dictan cómo deben ser las cosas. Desde cómo debe ser una vida universitaria, pasando por cómo debe ser tener un perro, vivir sola, y llegando hasta cómo se deben de planear los hijos con tu pareja. Manuel siempre se "burlaba" de mis postales, yo en esos años no entendía qué tenía de malo o de cagado el querer que la vida sea cómo uno se la ha imaginado siempre. Ahora lo entiendo, y creo que eso es lo que más duele.
Creo que todo se trata de eso: INOCENCIA, creo que la he perdido.
Sin embargo, ayer irónicamente, el universo pusó frente a mi la imagen que enmarca este post. Evidentemente no pude no sacarle una foto para poder gritarle a Manuel, a mi y al mundo en general que si existen las postales de un mundo perfecto, aunque sólo sean eso: postales...