Me siento muy extraña, onda entachada, me tome dos expressos hace rato y vaya que si me pegaron! Quiero salir corriendo, me entro una angustia rara no sé de que.
Regularmente bebo expressos y no tienen ese efecto, no se, tal vez fue que el día estuvo muy pesado....
Por otro lado, estoy sumamente indignada con lo que está pasando en mi ciudad. Neta no tengo ninguna simpatía por Felipe Calderón, pero si creo en las instituciones, en el IFE, en los ciudadanos que contaron los votos, etc. Y creo que lo que están haciendo no es justo para nadie, pero en especial para nuestra ciudad, porque les recuerdo es de todos.
Hace un momento viendo las noticias y escuchando las idioteces que brotan de la boca de AMLO me dieron unas ganas de matarlo o mínimo de aplicarle una lobotomia en el lóbulo frontal, creo que ya se paso de la raya, creo que la causa que podría perseguir se ha perdido y ahora solo tiene argumentos estúpidos e ideas caóticas.
Viendo un reportaje de cómo viven en los campamentos instalados a mitad de Paseo de la Reforma me dió tanta pena ser habitante de esta ciudad, sentí mucha impotencia por no poder llegar y moverlos de ahí, me dió coraje ver como se cuelgan de la luz de los comercios, sentí asco al ver sus inmundos baños públicos, sentí pena por muchas de esas personas, entre ellas niños y ancianos, que no saben a ciencia cierta que están apoyando, que no saben el daño que le están haciendo a la ciudad y al país. Ellos están ahí creyendo que defienden una causa, respaldando a un "mesías" que cada día enloquece un poco más. Pobres!
Ultimamente, de dos años para acá, se ha despertado el ser político que llevo dentro, me he interesado y preocupado por lo que ocurre en mis país, he participado muy a mi manera, desde la reflexión, pasando por el debate y la culminación en las urnas. Yo si creo en las elecciones del pasado 2 de julio, yo no creo que haya fraude, yo no considero necesario un recuento voto x voto, casilla x casilla, confío en la decisión que tome el TRIFE, creo que los ciudadanos ya juagamos el rol que nos tocaba en esta elección: votamos, no creo que debamos seguir interviniendo y mucho menos podemos seguir dejando que un hombre que sufre de paranoia, entre otras muchas enfermedades, nos manipule de esa manera.
Yo no quiero vivir secuestrada en mi ciudad, yo no quiero que nadie me diga por donde puedo transitar y por donde no, yo no quiero que los mexicanos sintamos desconfianza del otro, yo no quiero vivir en un país donde el gobierno, en esta caso el GDF, se pasa las leyes por el arco del triunfo para apoyar a su candidato.
Este fin de semana quiero ir al museo de Antropología y pasear por Reforma agusto. Exijo que me dejen vivir tranquila!